Mucho sigue siendo incierto para las empresas, la economía, la política nacional y las relaciones internacionales.
Columna de Martin Wolf
El Covid-19 ha tenido un impacto inmediato y masivo. Pero, ¿cómo afectará a largo plazo? Eso es mucho más difícil de decir. ¿Qué sabemos ya, después de 10 meses del Covid-19? Sabemos que el mundo estaba mal equipado para hacer frente a una pandemia.
Ha causado más de 1,1 millón de muertes en todo el mundo, principalmente entre los ancianos. Además, algunos países han reprimido la enfermedad con mucho más éxito que otros. Sabemos que el Covid-19 ha provocado una enorme recesión global, pero que ha estado lejos de ser igual en todos los países. Esto ha causado un daño económico particularmente grave a los jóvenes, las madres trabajadoras relativamente poco calificadas y las minorías vulnerables.
Sabemos que el “distanciamiento social”, en parte espontáneo y en parte forzado, ha dañado todas las actividades que dependen de la proximidad humana, al tiempo que ha beneficiado las que ayudan a las personas a quedarse en casa. Esto ha reducido los viajes. Sabemos que un gran número de empresas emergerán sobreendeudadas y muchas no surgirán en absoluto.
La intervención de las autoridades fiscales y monetarias no ha tenido precedentes en tiempos de paz, especialmente en países con monedas aceptadas internacionalmente. Sabemos, sobre todo, que el “juego de la culpa” de la pandemia ha desestabilizado las relaciones entre Estados Unidos y China. Más aún, la pandemia ha cuestionado la globalización, especialmente de las cadenas de suministro. ¿Cuáles son las posibilidades a más largo plazo? Aquí hay 10 aspectos:
1 El futuro de la pandemia: Es posible que una vacuna esté disponible muy pronto y que esté disponible en todo el mundo no mucho más tarde. Pero esta combinación parece poco probable. Si es así, la enfermedad seguirá siendo una amenaza durante mucho tiempo.
2 La permanencia de las pérdidas económicas: Esto depende en parte de qué tan pronto se controle la enfermedad, pero también de qué tan profundas sean las cicatrices, en particular, el impacto del desempleo, las deudas incobrables, el aumento de la pobreza, la educación interrumpida, etc. La economía mundial y la mayoría de las economías individuales probablemente se mantendrán más pequeñas y sus poblaciones también más pobres de lo que hubieran sido de otra manera.
3 La estructura de las economías: ¿Volverán a ser como eran antes del Covid-19 o dejaremos de viajar y de desplazarnos a las oficinas para siempre? Lo más probable es que sean ambos. Se reanudarán los viajes. También lo harán los desplazamientos. Pero es posible que no regresen del todo al estatus quo anterior al Covid. Hemos saltado a un nuevo mundo de participación virtual que no dejaremos. Esto cambiará para siempre algunos patrones de vida y trabajo.
4 El acentuado rol de la tecnología: Esto no se va a revertir. Al mismo tiempo, la centralidad de los gigantes tecnológicos ha aumentado el foco sobre su enorme influencia. Es probable que aumente la presión para regular los monopolios y aumentar la competencia, especialmente en el sector tecnológico.
5 El papel ampliado del gobierno: Las grandes crisis tienden a provocar un cambio radical en el papel del gobierno. Particularmente significativa es la presión para “reconstruir mejor”. Entonces, ¿es probable que los gobiernos sean permanentemente más intervencionistas que antes de la pandemia?
6 El desenlace de las intervenciones: Los bancos centrales están comprometidos con las tasas de interés “bajas durante mucho tiempo”. Siempre que los tipos de interés reales y nominales sigan siendo bajos, los gobiernos podrán gestionar sus propias deudas y ayudar a gestionar la reestructuración de las deudas de terceros. En algún momento, habrá que reducir los déficits fiscales. Dadas las presiones para el gasto, es probable que eso signifique impuestos más altos, especialmente para los “ganadores” ricos.
7 El efecto sobre la política interna: Algunos países han mostrado respuestas eficaces a la crisis, mientras que otros no. Que un país sea democrático no ha determinado esta diferencia. Parte de lo que la ha marcado es si el gobierno se preocupa por su efectividad. Los demagogos populistas, como Jair Bolsonaro, Boris Johnson y Donald Trump han tenido mal desempeño. Esto puede forzar un cambio en contra de su política de desempeño.
8 El impacto en las relaciones internacionales: Esta es una crisis verdaderamente global y una que sólo puede manejarse eficazmente con la cooperación global. Sin embargo, las tendencias en la dirección del unilateralismo y el conflicto internacional se han visto reforzadas por la pandemia. Hay muchas posibilidades de que esto empeore ahora, especialmente entre EEUU y China.
9 El futuro de la globalización: La globalización de bienes ya se había desacelerado después de la crisis financiera de 2008. Es probable que se ralentice aún más después del Covid-19. Es probable que el sistema multilateral se erosione aún más, especialmente la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las disputas comerciales entre Occidente y China no se resolverán. Al mismo tiempo, es probable que se acelere la globalización virtual.
10 La gestión de los bienes comunes globales: En esto, el Covid-19 es un arma de doble filo. Por un lado, está el creciente deseo de hacer las cosas mejor, no solo a nivel nacional, sino también a nivel mundial, especialmente en lo que respecta al clima. Por el otro, está la reducida legitimidad de los acuerdos internacionales, especialmente en EEUU, que se ha retirado del acuerdo climático de París y de la Organización Mundial de la Salud. El Covid-19 es un shock profundo. Se produjo después de la enorme disrupción de la crisis financiera mundial hace solo 12 años. Es seguro que tendrá importantes consecuencias a largo plazo para las empresas, la economía, la política nacional y las relaciones internacionales. Mucho cambiará. Podemos adivinar algo de eso. Mucho sigue siendo incierto.
Fuente: Diario Financiero, noviembre 23 de 2020
La industria se recupera pero esta distante de las condiciones operativas y financieras estables
La recuperación económica en los países de América Latina, ha sido muy variada entre sí, pero algo que es común es la resiliencia de los sectores consumidores de acero que, al ser un material esencial, no sólo está presente en la recuperación sino es uno de sus motores de crecimiento. En este contexto, la producción de acero llegó a niveles pre-pandemia acompañando una fuerte recuperación del consumo en todos los sectores, como lo es la construcción civil y automotriz, particularmente en Argentina y México
Si bien el resultado de la producción de acero crudo en septiembre, 4,686 millones de toneladas (Mt), representa una caída del 2,5% respecto a agosto, la disminución fue de sólo el 0,2% respecto a la cifra registrada en el mismo mes de 2019. En este período, la producción de altos hornos disminuyó 7,1% a 2,408 Mt con relación a agosto, mientras que la producción de hornos eléctricos alcanzó 2,278 Mt, un total 2,9% superior.
En cuanto a productos laminados, la producción en septiembre alcanzó un incremento del 4,6% en comparación al resultado de agosto, debido en gran parte al desempeño positivo en Brasil, México y Perú. El avance, sin embargo, no fue suficiente para contener el descenso interanual del 6,5%. La producción de tubos sin costura creció 7,3%, seguida por un incremento de 6,7% en la de planos y de 2,8% en los largos.
En agosto, el consumo de acero latinoamericano creció un 5,3% con relación a julio principalmente por el desempeño de México, Chile y Argentina, que registraron crecimientos de un 10,9%, 19,8% y 9,5%, respectivamente. Los productos planos explicaron el 47,3% de la recuperación, los productos largos 43,2% y tubos sin costura 9,5%. A causa de la pandemia, la reducción de inventarios para la preservación del flujo de caja fue una consecuencia directa de muchos productores de acero debido a la falta de un horizonte para que el mercado se reactivara.
Sin embargo, con el repentino aumento de la demanda, es necesario que las cadenas de valor se normalicen, se reorganicen y tengan tiempo para ajustarse. “La recuperación en los países de la región ha sido muy variada, lo que puede conducir a un retorno desigual a la normalidad y se requiere previsibilidad, sin pánico, por parte de los sectores consumidores para que las acerías puedan restablecer sus niveles operativos”, dijo Francisco Leal, Director General de Alacero.
En agosto, las 37 mil toneladas importadas respecto al mes anterior y las 58 mil toneladas de exportaciones menos hicieron que el déficit aumentara de 746 mil toneladas en julio a 841 mil toneladas en agosto. Sin embargo, en el año, tras una caída acumulada del déficit comercial de 15,7% hasta el momento, las importaciones cayeron en 2,710 Mt y las exportaciones en 1,068 Mt. Aunque sea una caída moderada, la baja en las exportaciones indica el reenfoque de la industria al consumo local y normalización de stocks.
A pesar de la mejoría relativa del mercado del acero, la industria se encuentra trabajando al 60% de su capacidad instalada, por arriba del 45% registrada en abril, pero distante de 80-85% necesario para trabajar en mejores condiciones operativas y financieras.
La situación actual de coyuntura nos indica que debemos estar atentos a la posible oleada de importaciones que pudieran llegar en condiciones de comercio desleal y causar distorsiones en la recuperación gradual de la demanda
El reto de corto plazo es espera mejores condiciones para que toda la cadena de valor pueda retomar sus actividades plenas. “Esta recuperación indica que tenemos más cerca que nunca la oportunidad de reindustrializar la región, integrando nuevas cadenas de valor basadas geográficamente más cerca de las materias primas y de los mercados”, añadió Leal.
Fuente: Alacero, noviembre 19 de 2020
De acuerdo al Banco Central, en el período el consumo de bienes durables registró un alza de 24% y fue la única variable desde gasto que contribuyó positivamente en la actividad.
En septiembre, la economía cayó menos de lo que el Banco Central había informado cuando se publicó el Índice Mensual de Actividad Económica. En ese momento la contracción había sido de 5,3%, y ahora, tras realizar el proceso de revisión habitual que hace el ente rector, la cifra se corrigió a -4,8%, lo que confirma que, de manera paulatina, ya comenzó el proceso de recuperación, en línea con la apertura de la economía.
De esta manera, de acuerdo a la Cuentas Nacionales del Banco Central, el tercer trimestre se contrajo 9,1%, menor que el -14,5% que tuvo el segundo cuarto del año. Entre enero y septiembre se acumula una merma de 7,7%.
En el detalle se muestra que en el trimestre las actividades más afectadas fueron servicios personales, construcción, transporte, restaurantes y hoteles, y servicios empresariales. Todas ellas ligadas directamente con la movilidad de las personas, por lo que están más sujetas a las decisiones de cuarentena de la autoridad para contener la expansión del Covid-19.
La cifra ajustada estacionalmente, es decir, en comparación al trimestre inmediatamente anterior, dio cuenta de un incremento de 5,2%. “Esta recuperación de la actividad económica está en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Lo anterior incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva del origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto”, menciona el reporte de Central.
La principal debilidad que mostró la actividad se relaciona con la demanda interna, la cual se contrajo -11,4%. Si bien es una caída fuerte, es menor a la registrada en el segundo trimestre que fue de -20,6%. Esta variable reflejó la baja del consumo total de -7,8%, afectado principalmente por el menor gasto de los hogares, el cual retrocedió -8,8%, mientras que el gasto de gobierno lo hizo en un -3,7%.
Según el Central, la caída en el consumo de los hogares fue determinada por el menor gasto en servicios, que cayó 19,1%, y, en menor medida, en bienes no durables con una merma de 2,1%.
La única variable del gasto que mostró dinamismo fue el consumo de bienes durables, el cual creció 24,3% impulsado por las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Además, fue el único que contribuyó positivamente al registro del trimestre con un alza de 1,2% (ver infografía). Este ítem estuvo favorecido por un mayor gasto en bienes tecnológicos, en especial de computadores y celulares.
Respecto del consumo de servicios, las mayores caídas ocurrieron en restaurantes y hoteles, transporte, actividades culturales y de esparcimiento y salud.
La formación bruta de capital fijo (inversión) cayó 18,5% afectada, principalmente, por el mal comportamiento de la variable construcción y otras obras que se desplomó 26,1%, mayor incluso al registrado en el segundo trimestre de -17,1%. Maquinarias y equipos moderó sustancialmente su comportamiento al caer 5,6% frente al -27,7% del segundo cuarto.
De acuerdo al Central, el resultado en construcción y otras obras fue reflejo de una menor edificación -habitacional y no habitacional- y de una menor inversión en obras de ingeniería ligadas a la minería. En relación a la inversión en maquinaria y equipos, ésta estuvo en línea con menores internaciones de vehículos de carga y maquinaria de uso industrial.
Las exportaciones cayeron 7,2%, debido al componente de servicios, siendo el de mayor incidencia a la baja; turismo y transporte explicaron principalmente este resultado. Asimismo, las exportaciones de bienes también se redujeron, destacando los menores envíos de cobre, frutas y celulosa.
Qué viene ahora
Con estos resultados los expertos reafirman su visión de que el cuarto trimestre será positivo en materia de crecimiento. En este escenario, las proyecciones para ese período van desde 0,5% hasta 2,8%. “En el panorama nacional, todo parece indicar que el grado de desconfinamiento seguirá al alza y existirá un segundo retiro de fondos, que volverá a provocar un shock de liquidez aunque menor que el primer retiro que se destinará principalmente a consumo y ahorro”, comenta Pavel Castillo, gerente comercial en Corpa.
Los sectores que impulsaron la actividad y tendrán un mayor dinamismo es el comercio exterior y el consumo. “Proyectamos que consumo será uno de los sectores más dinámicos durante el último trimestre del año, debido a la mayor flexibilización de las medidas sanitarias en el país y la recuperación del empleo, la que ya se ha visto en las recientes cifras del mercado laboral”, comenta Martina Ogaz de EuroAmerica, mientras que Felipe Ruiz, economista de BCI, acota que “el sector externo continuaría al alza y el consumo privado mantendría su dinamismo, sujeto a la evolución de los ingresos de los hogares”. Pablo Cruz, economista jefe de BTG Pactual, afirma que además del consumo, aportaran actividades que estuvieron detenidas durante las cuarentenas como la construcción.
Cuenta corriente acumula un superávit de 0,1% en el año
El Banco Central informó que durante el tercer trimestre de 2020, la cuenta corriente registró un déficit de US$25 millones. Con ello, el saldo acumulado en un año totalizó un superávit de 0,1% del PIB. El resultado trimestral refleja el déficit asociado a las utilidades devengadas de la inversión extranjera en Chile y la balanza comercial de servicios, que fue compensado, en gran medida, por el superávit de la balanza comercial de bienes. En comparación con igual trimestre de 2019, las exportaciones de bienes registraron una variación de 0,9%, en respuesta a mayores envíos mineros. En tanto, las importaciones (FOB) cayeron 17,8%, lideradas por menores internaciones de bienes intermedios y de consumo. Asimismo, la deuda externa se redujo en US$338 millones, alcanzando un nivel de US$205.520 millones (81,9% del PIB). El 29,4% de ésta corresponde a deuda cuyos pagos están programados para los próximos doce meses (corto plazo residual), y pertenece, principalmente, a empresas de inversión extranjera directa (IED).
Fuente: Pulso, noviembre 19 de 2020
En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central explicó que la mejoría de las cifras respecto al trimestre anterior se debió a un menor desconfinamiento, las medidas de apoyo a los hogares y el primer retiro del 10%.
En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central informó este miércoles que durante el tercer trimestre de 2020, la economía chilena cayó 9,1% respecto a igual periodo del año anterior.
Se trata de un retroceso que mejoró las expectativas del mercado, el cual, de acuerdo a un sondeo hecho por Bloomberg, esperaba una contracción de 9,2%. Asimismo, es una caída menos profunda que la anotada en el segundo trimestre, cuando la economía chilena sufrió un histórico descenso de 14,5% (cifra corregida desde -14,1%).
El resultado entre julio y septiembre “se vio incidido por la emergencia sanitaria asociada al Covid-19, que continuó influyendo en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos”, dijo el Central.
En este contexto, detalló que las actividades más afectadas fueron servicios personales, construcción, transporte, restaurantes y hoteles y servicios empresariales. Desde la perspectiva del gasto, estos efectos se reflejaron, principalmente, en un menor consumo de los hogares e inversión.
Pese al retroceso de 9,1%, el instituto emisor destacó que el PIB desestacionalizado en dicho periodo subió un 5,2%, “en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales”. Lo anterior, sostuvo el Central, “incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva de origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto”.
El informe de Cuentas Nacionales informó además que el trimestre en cuestión presentó tres días hábiles más que el mismo periodo del año anterior, resultando en un efecto calendario de 0,4 puntos porcentuales.
8,6% creció la demanda interna en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior. Destacó el repunte en el consumo de los hogares.
La Formación Bruta de Capital Fijo (inversión) se redujo 18,5%, incidida mayormente por construcción y otras obras y, en menor medida, por maquinaria y equipos. Adicionalmente, se registró una desacumulación de existencias que contribuyó negativamente al resultado de la inversión, alcanzando un ratio acumulado en doce meses igual a -0,5% del PIB, a precios del año anterior.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones cayeron 7,2%, mientras que las importaciones disminuyeron 15,0%. La caída en las primeras fue explicada por la agrupación de servicios y, en menor medida, por el componente de bienes. Por otro lado, en las importaciones la contracción obedeció tanto al componente de bienes como de servicios.
Revisión de cifras
En línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, la tasa de crecimiento del PIB no presentó cambios en el primer trimestre, ubicándose en 0,3%, y se corrigió a la baja 0,4 pp en el segundo, ubicándose en -14,5%.
Asimismo, el Central corrigió la cifra del Imacec de septiembre, el cual había retrocedido en un inicio en 5,3%, pero según los nuevos cálculos la caída fue de 4,8%.
Fuente: Emol economía, noviembre 18 de 2020

De las 284 mil plazas laborales generadas en octubre, sólo 80 mil fueron ocupadas por mujeres.
Participación laboral femenina disminuyó 0,2 puntos el mes pasado, mientras que en los hombres creció 2,3 unidades en comparación con septiembre.
El mercado laboral sigue recuperando terreno tras el golpe que le generó el coronavirus y las medidas de confinamiento para controlar la pandemia. De acuerdo con el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, la cantidad de personas ocupadas en el país -como porcentaje de quienes pueden hacerlo- se ubicó en 46,8% en octubre.
Esto significó un alza de 1,8 puntos porcentuales frente a septiembre, lo que implicó la creación de 284 mil puestos de trabajos. De ellos, 204 mil fueron para hombres y sólo 80 mil para mujeres.
Comparado con el punto más bajo de julio, se han creado unos 722 mil puestos conforme al análisis del director del centro, David Bravo. Ello, según sus cálculos, equivale a una recuperación del 28% de lo perdido. Por género, se traduce en que 417 mil plazas han sido para hombres y 305 mil para mujeres.
Si bien todo ello da luces de una mejora, en octubre los ocupados llegaron a 7,34 millones de personas, lo que si se compara con igual mes de 2019 -considerando los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)-, se han perdido 1,6 millones de trabajos.
“La caída fue abrupta, la recuperación está siendo gradual”, enfatizó Bravo.
Un repunte de distinta magnitud
Por género, la tasa de ocupación en los hombres se recuperó 2,6 puntos respecto del mes anterior al ubicarse en 56,2%. En las mujeres subió un punto al situarse en 37,8%.
Con esto, tomando como referencia el peor registro de julio, significa que mientras los hombres han logrado recobrar el 30% de los puestos laborales destruídos, las mujeres sólo han avanzado un 26%.
Es así como en el décimo mes del año, en términos anuales los hombres exhiben una caída de 16,8% equivalentes a 876 mil personas menos, mientras que la de las mujeres fue de 20,5%, lo que corresponde a 784 mil ocupaciones menos.
La tasa de participación, que muestra el número de personas en la fuerza de trabajo expresado como porcentaje de la población en edad de poder hacerlo, se ubicó en 50,8%, lo que implicó un avance de un punto respecto a septiembre.
Este indicador revela que mientras en el caso de los hombres crece 2,3 puntos, en las mujeres cae 0,2 puntos con lo que se ubica en 61,4% y 40,6%, respectivamente.
En cuanto al segmento de personas inactivas, la consulta evidencia que en la última semana de octubre de las 886 mil personas que declararon que habían estado buscando trabajo si no nos encontráramos en la actual crisis sanitaria, el 57,4 % son mujeres.
“Sabemos que las condiciones objetivas para la recuperación del empleo femenino no están dadas”, advirtió Bravo.
En este sentido, reiteró que la suspensión de los establecimientos educacionales y de jardines infantiles son el principal obstáculo para la reinserción femenina.
“Hay un problema acá estructural y creo que vamos a necesitar una recuperación -como muchos han señalado- con enfoque de género”, cerró el economista.
Fuente: Diario Financiero, noviembre 18 de 2020
Con más de 3.000 personas, el Congreso Virtual Alacero 2020, se celebró el martes (10). Fue la primera vez que el evento anual de la asociación ocurrió de manera totalmente en línea. El encuentro dio a conocer el panorama actual de la industria siderúrgica en América Latina, así como las perspectivas de los expertos más influyentes del mundo por el resto de este año, el 2021 y acerca del futuro.
En la apertura del Congreso, su presidente Máximo Vedoya destacó que “el grado de desarrollo de la región nos muestra que tenemos aún muchas oportunidades para crecer. Un indicador que usamos en la industria es el Consumo de Acero Aparente, en América Latina este consumo de acero es de 100 kg por habitante, en Estados Unidos es de casi 300kg, pero en China está en los 630kg por habitante. Hay espacio de crecimiento en nuestros países, ya sea en la fabricación de bienes durables, como en la necesidad de infraestructura, energía y vivienda.”
En el primer panel, de analistas, participaron Dani Rodrik, uno de los 100 economistas más influyentes del mundo; Andrés Malamud, especialista en instituciones democráticas, política exterior y procesos de integración regional y Andrés Oppenheimer, comentarista de CNN y uno de los intelectuales más influyentes en América Latina. En sus exposiciones hubo un hilo conductor: la educación y la reindustrialización son necesarias para poder competir en una economía en la que el modelo hiperglobalizado se agotó y se construyen cadenas de proveeduría regionales. La posibilidad de atraer estas cadenas dependerá de la capacidad de integración regional y de políticas públicas y acciones privadas que contribuyan a su desarrollo. Además, para hacerlo en un contexto cada vez más tecnológico y robotizado, se requiere de mejores sistemas de educación, mayor capacitación de los trabajadores y cohesión social, en una región en la que la desigualdad es uno de los grandes problemas. Moderado por Paolo Rocca, presidente y CEO del Grupo Techint, quien resumió el panel comentando que “América Latina tiene hoy una oportunidad histórica de convocar a un desarrollo industrial y a un desarrollo de su cadena de valor integrada con una dinámica importante.”
El encuentro virtual de Alacero sacó a la luz la visión de las administraciones públicas sobre la desigual recuperación de la economía en las distintas regiones. El rol de los gobiernos en el nuevo contexto fue discutido también con Dra. Graciela Márquez Colín, Secretaria de Economía de México, quien resaltó el rol de las Pymes y destacó que Latinoamérica debe aprovechar la relocalización para atraer empresas que migraron hacia China. “Debemos hacer atractivos nuestros países a esas empresas en momentos donde se están acortando las cadenas globales”, dijo. Por su parte, Carlos Alexandre da Costa, Secretario Especial de Productividad, Empleo y Competitividad del Ministerio de Economía de Brasil indicó que “el proceso de reindustrialización es posible gracias a un entorno macroeconómico adecuado, pero también a una serie de microreformas diseñadas para garantizar un buen escenario para los negocios”. El debate fue moderado por Sergio Leite de Andrade, CEO de Usiminas.
Al final de la reunión los participantes pudieron escuchar de los CEOs de las empresas de acero más grandes de la región sus perspectivas en América Latina y los desafíos hacia adelante en todos los países. La mesa contó con la participación de Máximo Vedoya, CEO de Ternium y presidente de Alacero; Carlos Zuluaga, CEO de Acesco; Gustavo Werneck, CEO de Gerdau; Jefferson de Paula, CEO de ArcelorMittal; y Raúl Gutiérrez, CEO de Deacero. La moderación del debate estuvo a cargo de Maria Juliana Ospina, Directora Ejecutiva del Comité Siderúrgico de la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (ANDI).
“La industria del acero latinoamericana es una industria muy competitiva en términos globales. Tenemos muchas ventajas diferenciales con Asia, que en condiciones justas de mercado nos destacan. La industria es parte de la solución para la integración regional; es el motor de crecimiento social, tractora de PyMES y generadora de empleos de calidad para responder a una América Latina que reclama crecimiento, desarrollo y sobre todo mayor inclusión. Latinoamérica tiene una oportunidad histórica de realmente hoy hacer una diferencia y volver al camino de crecimiento”, dijo Máximo Vedoya, presidente de Alacero.
Fuente: Alacero, noviembre 13 de 2020
Presidente del gremio, Dante Arrigoni, condenó asesinato de carabinero en La Araucanía y señaló la urgencia de que en Chile “se respete el Estado de Derecho para que podamos enfrentar en un clima de paz los grandes desafíos sociales y económicos que tenemos por delante”.
Junto con lamentar el asesinato del cabo segundo Eugenio Sebastián Naín Caniumil, ocurrido en La Araucanía, la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas advirtió sobre la urgencia de que en Chile “se respete el Estado de Derecho para que podamos enfrentar en un clima de paz los grandes desafíos sociales y económicos que tenemos por delante”, según lo señaló el presidente del gremio, Dante Arrigoni.
Al respecto, Arrigoni agregó que Chile se encuentra en un momento de gran trascendencia, donde está en juego su futuro institucional, “y este proceso se puede ver empañado si es que tanto las autoridades como la sociedad no logramos frenar a tiempo este tipo de hechos de violencia que tanto daño provocan a nuestra convivencia nacional”, sostuvo.
El dirigente gremial sostuvo que para que nuestro país vuelva a levantarse y retomar el camino del crecimiento, con el fin de generar empleos y dar respuesta a las legítimas demandas sociales de los chilenos, “se necesita como condición indispensable contar con un clima de paz que permita el libre y legítimo desarrollo de las empresas y de los emprendedores”.
“Solicitamos encarecidamente a todos los poderes del Estado, dentro de sus respectivos ámbitos de acción, otorgar la necesaria y anhelada seguridad a todos los ciudadanos, y velar para que en nuestro país todas las personas, sin excepciones, respeten el Estado de Derecho para que así podamos vivir en forma civilizada, en paz y en una democracia plena”, concluyó el presidente de ASIMET.
Asimet, noviembre 02 de 2020
El Banco Central entregó esta mañana el Imacec correspondiente al noveno mes del año.
La economía chilena cayó 5,3% en el mes de septiembre en comparación con el mismo mes del año pasado -cuando hubo tres días hábiles menos-, informó este lunes el Banco Central. Con esto, el Imacec dejó atrás los retrocesos en dos dígitos, marcados durante cinco meses consecutivos.
El dato estuvo levemente por encima a la estimación informada por Bloomberg, que apostaba por un -4,7%, aunque algunos analistas incluso preveían una baja de 7,9%.
Según reveló el Central, el Imacec minero cayó 1,9%, registrando su segunda baja consecutiva y también la segunda del año, aunque menos profunda que la anotada en agosto (-3,4%).
Mientras que el Imacec no minero apuntó una caída de 5,7%.
“El resultado del mes se vio impactado por los efectos de la emergencia sanitaria. En ese contexto, las actividades más afectadas fueron construcción y los servicios de educación, transporte y restaurantes y hoteles“, señaló el banco a través de una minuta.
Dicho eso, agregó que “compensó parcialmente este resultado el crecimiento del comercio, la industria manufacturera y, en menor medida, los servicios empresariales”.
Por último, el Banco Central informó que los resultados preliminares del PIB correspondiente al tercer trimestre, así como las revisiones del primer y segundo trimestre de 2020, serán difundidos el próximos miércoles 18 de noviembre.
Fuente: Emol economía, noviembre 02 de 2020
El Instituto Nacional de Estadísticas reveló los resultados de los sectores económicos correspondientes al noveno mes del año, dando cuenta de que la economía empieza a dar señales de recuperación.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló este viernes los resultados de los sectores económicos correspondientes al mes de septiembre, dando cuenta de que la economía chilena empieza a dar señales de recuperación, luego de un duro segundo trimestre que anotó caídas sin precedentes en la actividad.
Así, el Índice de Producción Industrial (IPI) mostró un crecimiento de 1,9% en el noveno mes del año. -Se trata del primer registro positivo desde marzo de este año, y el mejor resultado desde febrero.
En tanto, la producción manufacturera anotó un alza de 5,3% en septiembre, considerando que en agostó cayó 8,2%. De esta forma, también apuntó su primer crecimiento desde marzo y el mejor dato desde febrero.
El crecimiento de septiembre se explica, según el INE, por el aumento de 7,7% en la elaboración de productos alimenticios, y la incidencia positiva en la elaboración de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, que presentó un alza de 18,7%.
La minería, sin embargo, trajo malas noticias. Y es que en el noveno mes del año el Índice de Producción Minera cayó 0,8%, “como consecuencia de la menor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería” que componen el índice, señaló el órgano estadístico.
En ese sentido, la minería metálica decreció 0,8% producto de la baja de 1,2% en la extracción y precesamiento de cobre. Asimismo, los recursos energéticos se contrajeron 36,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, por una menor producción de petróleo crudo, carbón y gas natural.
Por el contrario, la minería no metálica creció 3,1% a cauda de una mayor producción de caliche.
Por otro lado, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua, disminuyó 0,5% en septiembre en doce meses, producto de una contracción de 6,6% de Agua, a raíz de un menor suministro a todos los destinos, destacando el comercial. Mientras que Gas aumentó 4,2% a causa de una mayor regasificación y Electricidad creció 0,4%, gracias a la mayor generación eléctrica de las centrales eólicas y solares.
Comercio
En tanto, Índice de Actividad del Comercio a precios constantes creció 6,3% en doce meses, acumulando una disminución de 8,1% en el noveno mes del año. El resultado se explicó por los incrementos en comercio al por mayor y al por menor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas.
De hecho, el Índice de Actividad del Comercio al por Menor en septiembre aumentó 9,5% en comparación a igual mes del año anterior, acumulando una disminución de 11,3% en lo que va del año. Las líneas de productos que más contribuyeron al incremento del índice fueron productos electrónicos, para el equipamiento del hogar y tecnológicos, materiales para la construcción, herramientas ferretería y pintura, y bienes de consumo diverso, con alzas de 57,4%, 45,5% y 6%, respectivamente.
Mientras que el Índice de Ventas de Supermercados disminuyó 6,8% en comparación al mes anterior, y anotó un alza de 4,6% en doce meses, acumulando una variación de 2,6% en lo que va de 2020.
Fuente: Emol economía, octubre 30 de 2020
De acuerdo a lo informado por el INE, la tasa de desocupación anotó un segundo retroceso consecutivo respecto a los dos trimestres móviles anteriores.
La tasa de desempleo del trimestre julio-septiembre alcanzó el 12,3% en el trimestre julio-septiembre y los desocupados se mantuvieron por sobre el millón de personas, según el informe dado a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, el dato representa una segunda caída consecutiva a nivel de trimestre móvil.
Así, la tasa se ubicó por debajo del 12,9% anotado en el trimestre junio-agosto y del 13,2% registrado en mayo-julio. Asimismo, el registro dado a conocer hoy se ubicó por debajo de las expectativas del mercados, el cual, según una encuesta realizada por Bloomberg, esperaba que se el porcentaje se posicionara en 12,8%.
De acuerdo al INE, el 12,9% anotado en el trimestre analizado significa un incremento de 5 puntos porcentuales en doce meses, producto de las reducciones de la fuerza de trabajo en 13,5% y de los ocupados en 18,2%.
Por su parte, los desocupados aumentaron 45,6%, incididos únicamente por los cesantes (54,4%). Según sexo, por cuarto período consecutivo en la serie la tasa de desocupación de hombres (12,8%) es mayor a la de mujeres (11,6%).
En cifras, la fuerza de trabajo alcanzó los 8,4 millones de personas y los ocupados los 7,3 millones. Asimismo, los ocupados informales fueron 1,7 millones en el trimestre analizado y los desocupados fueron 1.037.580 personas. Por su parte, los inactivos se ubicaron en 7,3 millones.
“Respecto de los trimestres anteriores se ve un leve aumento en los ocupados y en la tasa de participación, pero también se ve un aumento en la informalidad”, advirtió la directora del INE, Sandra Quijada. También remarcó que si bien hay una leve mejoría en las cifras trimestrales, “tenemos que mirar este gran grupo de personas que todavía no está buscando trabajo y que podría presionar eventualmente la cesantía, lo que presionaría la tasa de desocupación”.
Ocupados y ocupados ausentes
En doce meses, la estimación del total de ocupados decreció 18,2%, incidida tanto por los hombres (-16,2%) como por las mujeres (-20,9%). Por su parte, debido a la implementación de la Ley de Protección al Empleo, los ocupados ausentes, que representaron el 15,0% del total de ocupados, crecieron 69,7%, equivalente a 455.078 personas.
Respecto del impacto del covid-19 en el mercado nacional. Quijada profundizó que “en la indagación que realizamos en la encuesta tenemos 651 mil personas que se encuentran ocupados ausentes por alguna razón que se vincula al covid-19 y esto equivale a un 7,8% de la fuerza de trabajo y se destaca la categoría de de ocupados suspendidos que alcanza a las 491 mil personas”.
Los hombres ocupados decrecieron 16,2%, influidos por construcción (-32,9%). En el caso de las mujeres ocupadas, estas se redujeron 20,9%, incididas principalmente por comercio (-24,9%).
Entonces, calculó, “si nosotros sumásemos estos ocupados ausentes relacionados con el covid-19 a la tasa de desocupación, alcanzaríamos alrededor de un 20,1% de desempleo“.
Respecto al desempleo en los sectores económicos, la contracción de los ocupados fue influida por comercio (-21,4%), construcción (-34,0%) y alojamiento y servicio de comidas (-46,2%), en tanto que por categoría ocupacional, los principales retrocesos se observaron en los asalariados formales (-10,9%) y en los trabajadores por cuenta propia (-28,7%).
La tasa de ocupación informal alcanzó 23,5%, descendiendo 3,9 pp. en doce meses. Asimismo, los ocupados informales disminuyeron 29,9%, incididos tanto por las mujeres (-34,0%) como por los hombres (-26,5%) y por los trabajadores por cuenta propia (-32,1%).
Fuente: Emol economía, octubre 30 de 2020