El presidente de la entidad, Gustavo Alcázar, alertó sobre la fuerte contracción que enfrentan las industrias básicas de hierro y acero y advirtió sobre los efectos del aumento de importaciones en el tejido productivo regional.
En el marco de la Cena Anual de ASIMET Biobío, su presidente, Gustavo Alcázar, abordó el complejo escenario que enfrenta la industria metalúrgica–metalmecánica y llamó a proyectar una agenda industrial de largo plazo que permita fortalecer la manufactura, la inversión y el empleo de calidad en la región.
El encuentro, realizado en el Centro de Eventos Club Haus Victoria, en la comuna de San Pedro de la Paz, contó con la asistencia de autoridades regionales, representantes del mundo empresarial y dirigentes sindicales, entre otros actores vinculados al desarrollo productivo del Biobío.
Durante su intervención, Alcázar destacó el rol histórico del Biobío en el desarrollo productivo del país, afirmando que “hablar del Biobío es hablar de industria”, y subrayando que desde esta zona se ha creado valor, se ha generado empleo de calidad y se han impulsado encadenamientos productivos que han sido fundamentales para el crecimiento económico y social de Chile.
Al referirse a la evolución reciente del sector metalúrgico–metalmecánico, el presidente de ASIMET Biobío señaló que la actividad presenta señales mixtas, con una leve caída interanual en octubre, pero con un crecimiento acumulado de 1,9% entre enero y octubre, lo que confirma que la industria regional se mantiene activa y sigue siendo un pilar relevante para el crecimiento, el empleo formal y la inversión productiva.
No obstante, advirtió sobre la compleja situación que enfrentan las industrias básicas de hierro y acero, señalando que “esta no es solo una estadística: es la expresión de capacidades productivas históricas que se han visto interrumpidas, de empresas que luchan por mantenerse y de trabajadores que han dedicado su vida a un sector estratégico para Chile”, advirtiendo que este escenario constituye “un golpe al tejido productivo del Biobío, a su identidad industrial y a su futuro”.
Alcázar alertó, además, sobre el aumento de importaciones que reemplazan producción nacional, afirmando que “este fenómeno no es neutro: erosiona nuestra base productiva, debilita redes de proveedores y tensiona la competitividad de un sector que ha sido fundamental para el desarrollo del país”.
En ese contexto, sostuvo que mientras otras economías avanzan decididamente en el fortalecimiento de sus industrias estratégicas, Chile sigue enfrentando condiciones desiguales. “Es indispensable avanzar en instrumentos eficaces de defensa comercial. La apertura no puede seguir siendo sinónimo de desprotección. Necesitamos reglas claras, condiciones justas y herramientas que permitan enfrentar distorsiones externas que dañan sectores estratégicos”, sostuvo.
Pese a este escenario, el presidente de ASIMET Biobío transmitió una señal de confianza en el potencial del territorio, señalando que “el Biobío no está derrotado”, y que “tiene fuerza, tiene talento y tiene futuro”. En esa línea, recalcó que existen bases sólidas para enfrentar el desafío industrial, afirmando que “nuestra región cuenta con capacidades instaladas, con capital humano de excelencia, con experiencia acumulada y con empresas que quieren seguir aportando”, subrayando que el principal desafío es avanzar hacia “una visión de largo plazo que reconozca el valor estratégico de la industria manufacturera”.
En ese marco, valoró el Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío impulsado por el Gobierno, señalando que “es una señal positiva, un paso en la dirección correcta”, y subrayó la necesidad de que este esfuerzo se proyecte hacia el nuevo Gobierno que asumirá en marzo y se consolide como una política industrial de mayor alcance y continuidad.
Asimismo, el dirigente gremial enfatizó el rol estratégico de la industria para el desarrollo nacional, afirmando que “un país que quiere crecer, que quiere generar empleo formal y financiar políticas sociales permanentes, necesita una industria fuerte”, remarcando que “la manufactura no es un sector más: es productividad, es innovación, es recaudación, es encadenamiento, es futuro”.
Finalmente, Alcázar reiteró la disposición de ASIMET Biobío a colaborar activamente con el nuevo Gobierno, con el Gobierno Regional y las autoridades sectoriales, con el objetivo de impulsar una agenda que fortalezca la inversión, la competitividad, la productividad y el empleo, que logre posicionar nuevamente a la Región del Biobío como un actor protagónico en el desarrollo productivo del país.
ASIMET, diciembre 17 de 2025
