
Señor director:
La reciente detección de licencias médicas falsas en el sector público ha puesto en evidencia una “verdad oculta” que también afecta al mundo privado. Con un promedio de 15 a 17 días de inasistencia al año por colaborador, esta realidad no solo tensiona el sistema de salud, sino que impacta directamente la productividad, encarece la operación y debilita la confianza en el sistema.
En el sector productivo, la planificación y continuidad dependen de la asistencia efectiva. El abuso o falsificación de licencias médicas —práctica inmoral e ilegal— genera sobrecostos, ineficiencias y pérdida de competitividad, erosionando la responsabilidad compartida esencial para el desarrollo.
Aunque las empresas conocen casos recurrentes, enfrentan restricciones para actuar, quedando de manos atadas sin herramientas para cuestionar o revertir estas irregularidades. Esta asimetría favorece a los inescrupulosos, desincentivando la formalidad y debilitando la confianza entre empleadores y colaboradores.
Urge establecer mecanismos más rigurosos de fiscalización y sanción, para devolver a esta herramienta su sentido original: proteger la salud del colaborador y preservar la equidad hacia quienes cumplen con su trabajo cada día.
Fernando García L.
Presidente ASIMET
Diario Financiero, mayo 26 de 2025