La región reprueba en estrategias para otorgar destrezas como curiosidad, conciencia social y adaptabilidad, vitales para ser empleable a largo plazo.
La tasa de desempleo juvenil en América Latina (18%) y el número creciente de gente que no trabaja ni estudia muestran que la región desaprovecha el bono demográfico, por consiguiente, demora el ingreso hacia el empleo del futuro (fuente: Pixabay – geralt).
La tasa de desempleo juvenil en América Latina (18%) y el número creciente de gente que no trabaja ni estudia muestran que la región desaprovecha el bono demográfico, por consiguiente, demora el ingreso hacia el empleo del futuro.
Miles de jóvenes latinoamericanos salen al mercado laboral después de terminar sus estudios superiores sin encontrar empleo o un lugar en algún programa trainee. Tristemente, es un panorama bastante común que durará algunos años de acuerdo con los especialistas.
De acuerdo con el texto de Ivonne Vargas, colaboradora de la revista expansión; la tasa de desempleo juvenil en América Latina (18%) y el número creciente de gente que no trabaja ni estudia muestra que región desaprovecha el bono demográfico y, por consiguiente, demora el ingreso hacia el empleo del futuro, afirmó José María Salazar Xirinachs, director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe.
Una herramienta para colocar a los futuros colaboradores en empleos es que la práctica de los conocimientos se haga prioritariamente en las empresas. No es una petición nueva pero hoy en la mayoría de los países de la región no se llega a tener un aprendiz por cada 1.000 empleados, aseveró Salazar Xirinachs.
La proporción de participantes en programas de aprendizaje dual, modelo que México buscará reimpulsar a través de la iniciativa Jóvenes Construyendo el Futuro, en Alemania es de 39 aprendices para cada 1,000 empleados, 44 en Suiza y 32 en Austria, de acuerdo con datos de la OIT. A la fecha, México declara tener menos de un aprendiz por cada 1,000 empleados (bajo la iniciativa dual de Conalep) y Brasil es el único en la región con el promedio ‘más alto’, de cinco aprendices, según datos de la Secretaría de Educación Pública en México, recabados por la OIT.
Un escenario previsto por la organización, y que resulta una alerta para México y otros países, es no avanzar de la manera requerida para tener a personas empleables en el futuro. Y es que el salario si será un problema. La gente saldrá al mercado queriendo encontrar salarios altos con ‘calificaciones medias’. Sin embargo, la regla será reunir ‘calificaciones altas’ (habilidades técnicas y socio emocionales de calidad) para percibir un ingreso alto, explicó el director general en el marco de la 19 Reunión Regional Americana.
En entrevista, José María Salazar detalló que los economistas llaman a este fenómeno “el vaciado del medio”, es términos generales implica que aspirar a salarios competitivos en el futuro implicará tener coeficiente para adaptarse, con nuevas competencias a los trabajos, y no buscar hacer más de lo mismo.
“Hay que trabajar en desarrollar habilidades que los robots no van a tener, como adaptabilidad, creatividad, curiosidad, conciencia social, pues por cada empleo común perdido, otros tres que requieren este tipo de destrezas serán creados”, agregó.
La perspectiva al futuro
Para 2050 se estima que habrá 776 millones de personas en el continente, de los cuales 20% serán adultos mayores, y en el año 2100 la relación será 30%, lo que equivale a 204 millones de personas arriba de 60 años, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
“Es un continente con una esperanza de vida mayor. La demanda de profesionales orientados a atender los requerimientos de esa población será fundamental”, apunto el director general de la OIT.
Oportunidades de empleo se darán, de manera predominante, en ocupaciones de economía y cuidado de la salud (doctores, geriatras, enfermeras, fisioterapia, servicios hospitalarios y de vida asistida). Para el rubro tecnológico, el directivo alertó que podría presentarse un “desempleo” debido a la poca variedad de personas capacitadas en robótica avanzada, manufactura aditiva, genética y bioprocesos con tecnología y digitalización, entre otros campos. Los productos y las fábricas inteligentes, la manufactura distribuida, la robótica avanzada con impresión 3D requiere de gente con destrezas más avanzadas en este ámbito.
“Estas son los campos que contratarán, pero América Latina no está respondiendo por la falta de dialogo y de visión estratégica”, y no solo en cuestión de candidatos preparados en estos temas, esto también incluye a las empresas y la imperante necesidad de reentrenar a sus empleados.
Fuente: Quiminet.com, octubre 16 de 2018